El proyecto nace de unas conversaciones previas con el cliente donde compartimos inquietudes sobre el agotamiento de las fuentes de energía fósiles, así como la necesidad de ser más respetuosos con el entorno más inmediato. La obra está ubicada dentro de la cordillera de Collserola, la gran reserva natural de Barcelona.
El solar, situado en la vertiente sur de una pequeña colina, es una parcela muy cuidada que gracias a su densa vegetación crea un microclima único dónde es fácil relajarse del estrés de Barcelona y su área metropolitana.
Al compartir las inquietudes de los clientes hacia las construcciones sostenibles y emocionarnos con la nostalgia con que explicaban experiencias familiares vividas dentro de esta parcela; tuvimos muy clara la estrategia: Teníamos que construir una construcción energéticamente eficiente y potenciar todos aquellos elementos, que, conjuntamente con los clientes, identificamos como patrimonio sentimental familiar (caminito de tierra, mesita de piedra protegida por una encina centenaria, vistas y conexión con la parcela norte).
El proyecto se organiza a partir de cuatro módulos independientes unidos por una cubierta que actúa como elemento intersticial del conjunto. Esta unión nos permite enmarcar y referenciar visualmente cada una de los cuatro hitos identificados como patrimonio sentimental.